La especie quiere perpetuarse

 En Relatos biográficos de una yoguini

Los humanos no somos tan distintos a otros seres vivos, la única diferencia es poseer el neocórtex. La naturaleza, en su inmensa sabiduría, ha dotado a sus habitantes de los recursos necesarios para sobrevivir y perpetuarse: según la respuesta más adecuada para una situación en concreto, los procesos bioquímicos entran en acción secretando neurotransmisores y hormonas para alcanzar tal fin. Según estudios, el amor está relacionado con ciertas funciones del sistema nervioso central, y determinados neurotransmisores poseen como única finalidad el apego a la pareja para la reproducción y el cuidado de las crías; además, y resulta sorprendente, todas las conductas de una persona enamorada pueden ser explicadas desde la neuroquímica de su cerebro. Muchos de nuestros comportamientos tienen la misma función motivacional que los del resto de los seres vivos: aun así nos sentimos superiores o especiales.

Quizá el haber sido racional en exceso y cuestionarme mi capacidad para criar sin producir traumas, alentaron mi no vocación de madre. Entiendo que, si hubiera muchas mujeres como yo, nuestra especie estaría en grave peligro de extinción; mas sería deseable que las personas reflexionaran antes de ser padres: incluso que existieran cursos de formación donde pudiesen comprender realmente lo que conlleva traer un ser a este mundo.

Siempre pensé que sería más útil realizando una actividad profesional que criando a dos o tres hijos (para ser honesta, también pensaba que parir sería muy doloroso), y el hecho de querer descubrir el propósito de mi vida y encontrarlo me alejó aún más de querer perpetuar mis genes. Sigo sin plantearme si en algún momento me arrepentiré, pero sí me he preguntado, en algunas ocasiones, cuál es la verdadera razón que mueve a las personas a formar una familia: cuáles son las necesidades, cuáles los propósitos, por qué algunas mujeres sufren si no consiguen ser madres y a otras no nos afecta si no lo somos, ni, incluso, sentimos la llamada de la maternidad. ¿Destino? ¿Karma? ¿Experiencia necesaria para la encarnación? ¿Mayor sensibilidad instintiva?

En mi profesión, si quiero ser realmente útil, tengo que expresarme desde la experiencia de mi práctica (sadhana), no limitarme a repetir la teoría, ni alardear de mis cualidades físicas ni de ser una experta meditadora. Los que estamos en la vía del despertar, debemos ser coherentes; sea cual sea nuestra elección todos debemos ser coherentes. Solo con el ejemplo podremos inspirar y motivar. El trabajo que realizo conmigo ayudará a los que entren en contacto conmigo y el trabajo de ellos me ayudará a mí.

Los gritos del planeta son cada vez más fuertes y no estaría nada mal que imitásemos a los seres vivos irracionales. Que TODOS los padres favorezcan que sus hijos, sus nietos, los nietos de sus nietos y todos sus descendientes encuentren un mundo hermoso donde vivir. Que TODOS DESPERTEMOS y nos expresemos desde la COMPASIÓN, la AMABILIDAD y la EMPATÍA. La especie quiere perpetuarse y NADIE quiere sufrir, NADIE.

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