Los chakras: los centros de las energías vitales

 En Yoga

Los chakras son vórtices o remolinos receptores, asimiladores y transmisores de las energías vitales, son los programas maestros que rigen nuestra vida. No pertenecen al cuerpo físico, sino al cuerpo sutil, por lo que hay que resaltar que son centros de energía vital a la vez que psíquica. Los chakras principales están alineados en el eje de la columna vertebral y se asocian con siete niveles básicos de la consciencia; cuando experimentamos la apertura de un chakra entramos en la comprensión del estado de consciencia que se asocia a él.

BREVE DESCRIPCIÓN DE LOS CHAKRAS PRINCIPALES

Aunque los chakras principales están localizados en la espina dorsal, en la práctica, al adepto le resulta más fácil percibir la contraparte llamada kshetram. Los kshetrams están ubicados en la parte frontal del tronco, justo enfrente de cada chakra principal excepto muladhara y sahasrara.

Muladhara, primer chakra, asiento de kundalini. En el hombre se localiza en el perineo y en la mujer en la cérvix. Es el que se asocia con la supervivencia, y su elemento es la Tierra. Color rojo. Bijamantra (vibración sonora) Lam.

Swadhisthan, segundo chakra, se sitúa en la base de la columna vertebral, muy cerca de muladhara, y se asocia a las emociones y la sexualidad; su elemento es el Agua. Color naranja. Bijamantra Vam.

Manipura, tercer chakra, se localiza en la espina dorsal, a la misma altura del plexo solar, y sus correspondencias son el poder personal y la energía metabólica; su elemento es le Fuego. Color amarillo. Bijamantra Ram.

Anahata, cuarto chakra, localizado en la espina dorsal, a la altura del corazón, se asocia con el amor, la compasión; su elemento es el Aire. Color verde. Bijamantra Yam.

Vishuddhi, quinto chakra, a la altura de la nuez, se asocia con la comunicación y la creatividad; su elemento es el Sonido (Éter). Color azul. Bijamantra Ham.

Ajna, sexto chakra, en el centro del cerebro, a la altura del entrecejo, se asocia con la clarividencia, la intuición y la imaginación; su elemento es la Luz. Color índigo. Bijamantra Om.

Sahasrara, séptimo chakra, zona superior de la cabeza, se vincula con el conocimiento y la comprensión; su elemento es el Entendimiento. Color violeta. Bijamantra Aum.

Hacia donde dirijamos nuestra intención allí irá el prana (la energía). Así que para activar los chakras podemos hacerlo de dos formas: dirigiendo el prana hacia donde se localizan o centrando la mente en la forma y lugar donde se sitúan.

NADIS PRINCIPALES

Los chakras están conectados por un canal vertical, no físico, que discurre verticalmente según el eje del cuerpo y recibe el nombre de Sushumna. Existe otros dos canales alternativos, que controlan las energías yin y yang, y se llaman Ida y Pingala, entrelazados formando repetidamente la figura de un ocho y concurrentes con Sushumna. Los cuales, a su vez, figuran entre los miles de canales llamados nadis: canales sutiles por donde circula la energía.

Ida y Pingala son los aspectos lunar y solar, respectivamente, y estas corrientes vienen a ser los aspectos femenino y masculino de nuestra personalidad.

Desde el punto de vista del cerebro, la estimulación específica de estos canales, por ejemplo mediante la respiración alternativa a través de la nariz, equivale a la estimulación alternativa de los hemisferios derecho e izquierdo del córtex cerebral. Los dos nadis, Ida y Pingala, se reúnen en el primer chakra y luego en el sexto.

Los conceptos yin y yang también son aplicables a los chakras mismos. El primero es yang, en tanto que comienzo, fundamento y número impar. El segundo es yin, lo que corresponde mejor a las cualidades “femeninas” que se asocian con la receptividad, las emociones.

KUNDALINI

Se encuentra en el primer chakra. Se le representa en forma de serpiente dormida y enrollada tres veces y media alrededor del “lingam”, el signo de Shiva, el falo sagrado, encerrado en un triángulo con la punta hacia abajo, que simboliza el sexo femenino.

Se podría decir que Kundalini es el dinamismo cósmico que lleva consigo todos los poderes latentes de la evolución futura de la especie y todo su pasado. Este depósito de potencialidades de evolución personal y genética duerme en el seno de cada ser humano.

En la tradición hindú Kundalini despierta y empieza a subir, chakra a chakra, hasta alcanzar la corona en la cima del cráneo. Al atravesar cada chakra produce el despertar de la región correspondiente y cuando la travesía ha concluido se dice que el sujeto ha alcanzado la iluminación completa.

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