TEORÍA ESOTÉRICA DE LA RESPIRACIÓN
Prana es la suma total de todas las energías contenidas en el Universo, prana con minúscula indica sus manifestaciones.
Según los yoguis, el prana está presente en el aire, y sin embargo no es ni el oxígeno, ni el nitrógeno, ni ninguno de los componentes químicos de la atmósfera. El prana existe en los alimentos, en el agua, en la luz solar, y sin embargo no es ni las vitaminas, ni el calor, ni los rayos ultravioletas. El aire, el agua, los alimentos, la luz solar sirven de vehículo al prana, del cual depende toda la vida animal e incluso vegetal. Sin prana no es posible ninguna vida. El espíritu se serviría del prana para animar al cuerpo y sus diversos órganos.
El prana puede ser almacenado y acumulado en el sistema nervioso, más especialmente en el plexo solar. Los yoguis acentúan la noción capital y esencial de que el yoga nos da el poder de dirigir a voluntad esta corriente de prana mediante el PENSAMIENTO. El yoga proporciona así un acceso consciente y voluntario a las fuentes mismas de la vida.
La ciencia del control del prana se llama Pranayama (ayama=dominar). Todos los ejercicios del yoga tienen este objetivo, y no tan solo las técnicas respiratorias. Su meta verdadera es la captación, la acumulación y el control consciente de las energías vitales pránicas en nuestro cuerpo. Entre la mente y el prana existe una interacción que hace que el hatha yoga (yoga físico) vaya mucho más allá de lo físico. No existe ninguna diferencia fundamental entre el raja yoga (yoga mental) y el hatha yoga.
La función respiratoria es el soporte fisiológico y energético de todas las demás funciones de nuestro cuerpo-mente.
La respiración es la función fisiológica más directamente relacionada con el prana y es también un puente entre el cuerpo físico y la mente. Los yoguis, conscientes de la interdependencia entre cuerpo, mente y respiración, desarrollaron el pranayama, un conjunto de técnicas que regulan el proceso respiratorio, y cuyos principales objetivos son:
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Purificar el cuerpo físico y energético.
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Equilibrar los flujos de las energías vital y mental.
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Incrementar el nivel de energía (prana).
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Regular el flujo de prana para estabilizar la actividad mental.
