MEDITACIÓN METTA BHAVANA: desarrollo de amor fraternal.
Metta bhavana es una meditación budista y se traduce, entre otras, como “desarrollo de amor fraternal”.
Consiste en enviar un deseo puro y profundo de bienestar, amor, compasión, felicidad… tanto a uno mismo como a los demás, incluso a todos los seres que habitan el universo.
Es un método que purifica nuestras emociones, transforma lo negativo en positivo, el odio en amor, la indiferencia en interés, etc.
Metta bhavana se suele hacer después de Anapanasati: atención a la respiración o Vipassana. Aunque se puede realizar como método independiente, es conveniente dedicar unos minutos antes a calmar la mente y favorecer el estado de interiorización.
Está formada por cinco fases y durará lo que deseemos. No obstante, intentaremos que cada fase dure lo mismo.
Preparación
Antes de empezar, tenemos que tener claro los deseos que queremos dirigir, enviar, hacia nosotros mismos y hacia los demás. La frase que utilizaremos en este artículo sirve de guía, pero puedes crear la tuya. Lo importante es lograr una conexión con lo que estamos diciendo, con nuestros sentimientos y emociones.
Y ya empezamos…
Acomódate en tu postura favorita para meditar. Lo importante es que el tronco esté erguido y alineado. Firme y estable, en su justa tensión.
Haz tres respiraciones lentas y profundas y deja partir con la espiración las tensiones y todo lo que no pertenezca al momento presente, al aquí y ahora.
Observa tu centro respiratorio, el espacio donde surge de forma natural el impulso para inspirar y espirar. No influyas en el proceso, deja que surja de forma espontánea. Permanece el tiempo necesario hasta calmar la mente.
Método
Primera fase: hacia nosotros mismos.
Dirige sentimientos positivos hacia ti, valora cada virtud que posees. Puedes también evocar algún momento en el que te hayas sentido bien, satisfecho… Inunda tu cuerpo de un sincero deseo de bienestar. A continuación repite mentalmente, con intención y desde el centro de tu corazón: que yo esté bien, que goce de bienestar interno y externo, que sepa gestionar adecuadamente el sufrimiento, que halle consuelo cuando lo necesite, que pueda experimentar el despertar.
Segunda fase: hacia un amigo.
Elige a una persona con la que tengas un fuerte vínculo de amistad y con la que no sientas atracción sexual. Evoca los sentimientos hacia esa persona, incluso, experiencias agradables compartidas. A continuación repite mentalmente, con intención y desde el centro de tu corazón: que (el nombre) esté bien, que goce de bienestar interno y externo, que sepa gestionar adecuadamente el sufrimiento, que halle consuelo cuando lo necesite, que pueda experimentar el despertar.
Tercera fase: hacia una persona neutra.
Elige una persona que veas a menudo, pero que no conozcas profundamente ni tengas un vínculo amistoso. Y al igual que en las fases anteriores, trata de despertar y dirigir sentimientos de metta (amor fraternal) hacia esa persona al repetir la frase.
Cuarta fase: hacia una persona difícil.
Elige a una persona con la que hayas tenido algún conflicto, desencuentro, problema…. Y al igual que en las fases anteriores, trata de despertar y dirigir sentimientos de metta hacia esa persona, intentando transformar los sentimientos negativos, y repite la frase.
Quinta fase: todos juntos.
Intenta dirigir el mismo deseo de bienestar que quieres para ti mismo a tu buen amigo, persona neutra y persona difícil. Y repite mentalmente, con intención y desde el centro de tu corazón: que estemos bien, que gocemos de bienestar interno y externo, que sepamos gestionar adecuadamente el sufrimiento, que hallemos consuelo cuando lo necesitemos, que podamos experimentar el despertar.
Podemos seguir extendiendo nuestros sentimientos de metta, de la misma forma, hacia las personas cercanas a nosotros, a las de nuestro barrio, ciudad, país, planeta y universo: que todos estén bien, que todos gocen de bienestar interno y externo, que sepan gestionar adecuadamente el sufrimiento, que hallen consuelo cuando lo necesiten, que todos puedan experimentar el despertar.
Final
Toma consciencia de tu cuerpo, de la postura; sé consciente del espacio que ocupa… Percibe el entorno, lo que te llegue a través de tus sentidos… Siente el contacto del aire en tus fosas nasales: el suave frescor al entrar, el suave calorcito al salir… Empieza a ampliar la respiración… Haz tres grandes respiraciones… Sin prisas, haz movimientos y gestos suaves para estimularte y así terminar la práctica.
¡Buena práctica!
Om Prem
Si quieres participar en nuestro grupo de meditación online los viernes a las 19’00, te recibiremos con el corazón y los brazos abiertos.